Me llamo Ana, tengo 39 años. Soy de Úbeda (Jaén) y actualmente resido en Sevilla . Siempre me ha motivado ayudar y acompañar a las personas vulnerables, especialmente cuando se ve afectado su estado de salud. Por eso decidí estudiar la carrera de Farmacia, y he de decir que disfruté aprendiendo en profundidad el “engranaje” del cuerpo humano. Obtuve la licenciatura en Farmacia en el año 2006 por la Universidad de Granada.
Tras un año y medio trabajando como farmacéutica adjunta en una farmacia rural, con la excusa de aprender inglés, me lanzo a la aventura de vivir en el extranjero y me voy a Irlanda. Me sentí tan bien acogida allí, que me quedé indefinidamente, trabajando primero como farmacéutica adjunta y después como supervisora en diferentes farmacias. Esto me ha aportado una perspectiva más amplia en lo profesional y me ha enriquecido muchísimo en lo personal…Pero sin duda, lo que ha marcado un antes y un después en mi vida, es un diagnóstico devastador en mi propia familia en 2016. Dejé lo que entonces consideraba “mi vida” en Irlanda tras más de ocho años, y me mudé a Madrid para dedicarme a lo que para mí era realmente lo más importante: CUIDAR. Lamentablemente, es así, a “las malas”, como nos damos cuenta del bien que atesoramos sin apenas apreciarlo: LA SALUD.
Entonces, todo pasa a ser secundario. Cambian las prioridades radicalmente y te das cuenta de que cualquier herramienta que esté a nuestro alcance que pueda mejorar la calidad de vida es esencial… Y tan importante es cuidar el cuerpo como la mente, ya que van de la mano en el proceso de enfermedad…