Descripción
¿Qué es el cañamo?
El cáñamo (Cannabis sativa, familia Cannabáceas) es una planta herbácea originaria de las cordilleras asiáticas del Himalaya. Su uso humano se remonta a hace casi tres mil años, tanto para la extracción de aceites medicinales, como para la obtención de fibras y semillas. Actualmente se cultiva en todo el mundo. Los principios activos del cannabis son los fitocannabinoides, que se concentran principalmente en las flores de la planta femenina, conocidas comúnmente como cogollos. Existen más de 100 fitocannabinoides distintos, pero los más abundantes y también los más estudiados en el ámbito clínico son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol).
¿Cómo funciona los cannabinoides en nuestro organismo?
Estos compuestos mimetizan la acción de unas sustancias generadas de manera natural por nuestro propio organismo, llamadas endocannabinoides. Así, a través de la interacción con sus receptores cannabinoides, contribuyen a regular diversas funciones fisiológicas en nuestro organismo: temperatura corporal, apetito, percepción del dolor, ciclo vigilia-sueño, memoria, actividad motora y equilibrio, emociones-estado de ánimo…
Hasta el relativamente reciente descubrimiento del sistema endocannabinoide en la década de los 90, el gran potencial terapéutico de los cannabinoides ha sido ignorado. Aunque el uso medicinal del cannabis es ampliamente reconocido en la actualidad, sigue teniendo cierta mala reputación debido a su efecto psicotrópico y por tanto con frecuencia es identificado como “droga”.
Sin embargo, este efecto psicoactivo del cannabis es principalmente atribuible al THC, que es el componente específico por el que los preparados cannábicos están fiscalizados (según la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961).
Cannabis medicinal vs recreativo
Por el contrario, el CBD o cannabidiol se puede comercializar libremente. Lo encontramos en el mercado en diversas presentaciones. El CBD no es psicoactivo, adictivo, ni nocivo para la salud. Así lo determinó un informe histórico emitido por un Comité Experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017 que arrojaba conclusiones favorables al uso del cannabidiol.
Por eso, es necesario aclarar que el uso lúdico del cannabis es radicalmente DISTINTO al medicinal. Por supuesto, cuando nos referimos al tratamiento con cannabis medicinal no estamos hablando de FUMAR cannabis. En este caso, el efecto psicoactivo es considerado un efecto secundario.
Tanto las variedades de la planta utilizadas para uso medicinal, como la vía de administración, dosis, y frecuencia de consumo son muy diferentes.
¿Es esta “droga” tan diferente de los fármacos?
Yo creo que todo depende de “cómo se use”. Con frecuencia también observamos un mal uso de los medicamentos, que generan problemas como falta de eficacia o seguridad y abusos…Y por supuesto también tienen sus efectos secundarios y reacciones adversas graves… En mi opinión, toda sustancia que supone un posible beneficio para el paciente, especialmente cuando otras terapias convencionales han fracasado, debe ser considerada como una herramienta terapéutica. Pero sobre todo, es fundamental facilitar siempre al paciente la información y pautas adecuadas, para poder hacer un uso seguro, responsable y efectivo del tratamiento.
Según el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM), los efectos terapéuticos de los cannabinoides que están bien establecidos y documentados son: analgesia, inhibidor de las náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia, estimulante del apetito y antidepresivo/ansiolítico. Además, la evidencia científica indica que también pueden ser de utilidad en otras patologías como en las enfermedades neurodegenerativas (especialmente para la espasticidad en esclerosis múltiple), epilepsia, enfermedad inflamatoria intestinal…